miércoles, 2 de julio de 2008

Aguante la Burundanga


Grudio de la Falda, Córboda, nos manda su imagen en la Plaza de los Seis Soretes.
"Un día, como cualquier otro...", se titula su fotografía tomada hace apenas unos meses.
A modo de aclaración se despacha "Nunca fui buen bailarín como mamá siempre quiso, pero tiene que estar orgullosa porque fumando porro y escaviando no me gana nadie, soy el capomagico de la placita, papá".
Gracias Grudio, y que sigan los éxitos!, adelante, barriga picante y el puñal en el yobolsi por si pinta el bardo entre los pibes de la Plaza de los Seis Soretes.

Dato desde lo más profundo de la redacción: Pappo lo sabía y no lo dijo. Neustadt lo supo, y se lo llevó a la tumba. Guinzburg calló por siempre. Nadie se animó a decirlo. Yo tampoco lo diré.

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